Responsabilidad y decencia política

Saludos a tod@s l@s blogger@s de algarrob@lternativo!!
En estas semanas, nuestro país ha sido testigo de unas jornadas que, si tal vez sería desmesurado denominar como históricas, al menos sí que han sido de relevante importancia y será el tiempo quien determine hasta qué punto pueden llegar a ser históricas o no. Y es que por primera vez en la historia de la democracia la lehendakaritza vasca ha sido ocupada por un partido no nacionalista.
Seguro que much@s de ustedes se preguntarán la relación que guarda este acontecimiento con nuestro municipio y el porqué nos hacemos eco del acontecimiento en este espacio destinado al municipio de Algarrobo.
Salvaguardando muchas de las distancias probables y existentes entre el proceso electoral autonómico vasco y el proceso electoral municipal de nuestro municipio son otras muchas las similitudes que pudieran aparecer y las consecuencias de ellas derivadas.

Si analizamos el proceso electoral vasco, al igual que ocurriera en nuestro municipio, dos partidos históricamente posicionados en la oposición durante los casi 30 años de democracia han propiciado que una de ellas, en el caso vasco el PSOE y en el nuestro el PA, haya logrado hacerse con el gobierno gracias a una alianza entre ellos. En ambos casos, la ilusión ha motivado la movilización ciudadana para propiciar una renovación de fuerzas políticas en el gobierno y buscar así aires nuevos que denoten una nueva forma de dirigir las administraciones correspondientes. Otro tema motivo de debate sería si realmente esa renovación ha sido tal y si dichos cambios han supuesto o no una mejora; sin embargo no es este el caso que nos ocupa.
Pero si este acontecimiento de cambio de gobierno vasco ha supuesto una sorpresa (pese a que ya las encuestas apuntaban esta más que probable alternancia de poder), no menos sorpresivo fue el anuncio que el exlehendakari Juan José Ibarretxe hizo de abandonar la actividad política como motivo de su salida del gobierno autonómico.
Esta decisión que un principio causó gran sorpresa entre l@s ciudadan@s, fue vista por los analistas políticos como una decisión razonable acorde a las nuevas circunstancias y algo dentro de la normalidad del juego político. Y es que si hacemos un poco de memoria y nos fijamos en otras situaciones similares, ya Felipe González dimitió tras la victoria del PP en las elecciones generales de 1996; Emilio Pérez Touriño hizo lo mismo el pasado 2 de marzo, un día después de perder la presidencia de la Xunta gallega en favor de Alberto Feijoó (PP); y ahora, es Ibarretxe el que sigue el mismo camino que según los propios analistas está dentro de la responsabilidad y decencia política que supone asumir los malos resultados de un proyecto que ellos mismos han liderado y que no ha pasado la prueba de ser aprobado por l@s ciudadan@s. Y es que un líder político que ha tenido funciones de gobierno difícilmente tiene la capacidad moral y/o ética de erigirse en líder de un partido en la oposición y además dirigir un nuevo proyecto político que suponga recuperar el crédito perdido.
Esta misma situación se dio en nuestro municipio en las pasadas elecciones municipales del 27 de mayo de 2007 donde el hasta entonces alcalde de Algarrobo durante casi 25 años sufrió un duro revés al perder la alcaldía; pero sin embargo no sólo no dio el paso de dimitir y asumir de este modo su fracaso electoral permitiendo que un nuevo proyecto naciera, sino que además casi dos años después de esta cita con las urnas sigue al frente de su grupo municipal asumiendo todo el protagonismo y su función de líder de la oposición y sin que hasta el momento se atisben luces de renovación en dicha formación lo que provoca que la ciudadanía no tenga muy claras las pretensiones que este grupo político tiene de cara a la próxima cita electoral municipal. Pero para más inri, existe una gran diferencia en este aspecto entre ambas situaciones (la vasca y la algarrobeña) y es que no olvidemos que el PNV siguió siendo la formación más votada y sólo la matemática de los pactos evitó que se hiciera con la presidencia, mientras que en el caso de Algarrobo el PSOE sufrió una fuerte pérdida de votos que no sólo le llevó a perder la mayoría absoluta de la que había disfrutado en legislaturas anteriores, sino que además pasó a ser la segunda fuerza más votada después del PA.
Quizás esta situación especial que se viene dando en la formación socialista de nuestro municipio venga motivada por la falta de un líder claro dentro del grupo político del PSOE que asuma con garantías esta difícil responsabilidad de devolver al partido los índices de éxito que ha cosechado desde su llegada al gobierno en 1982, pero lo que está claro es que el tiempo pasa, las oportunidades se acaban y sobre todo la llegada de un@ nuev@ líder debe producirse si se pretende retomar con garantías la disputa por alcanzar el gobierno de nuestro Ayuntamiento en un futuro a medio plazo.